lunes, 26 de septiembre de 2011

07,

en seguida, el sentido común le dice que no se preocupe más,
que deje que las cosas marchen solas ;


 
 

que cuando es el cuerpo quien habla no hay nada que discutir, nada que objetar.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Bueno, creo que ha llegado la hora

de decirte algo: que te quiero. Pero éste, es un te quiero diferente. 
Diferente a esos que te digo todos los días. Es distinto. Más fuerte.
Un agradecimiento, además de un sentimiento. Te lo digo, pues es 
verdad eso de que lo siento. A pesar de todo lo que conlleva estas 
dos palabras: cariño, amor, dolor, humillación, respeto, malestar y 
bienestar.. , me he arriesgado y arriesgo a decirlo. Lo has leído bien,
sí. Era la hora, es la hora: te quiero.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hoy me gustaría agradecerte

el haber estado desde un principio, ahí, a mi vera. Ante todo, más todo, y después de todo. Que lo vivido, no se olvidará, y lo escrito, escrito quedará. No me olvidé, olvido ni olvidaré de ti, ni de todo contigo. Me gusta el pensar, que en el libro de mi corta vida, hasta ahora, tú aparezcas más de la mitad. Fue raro. Ya sabes que todo esto, lo nuestro, fue raro.


Pero no dejaré dudar, lo bonito que fue, lo que es, y será. Pido disculpas por lo ocurrido, disculpas por el pasado, perdones por lo que puede llegar a suceder. Solo recordarte algo, como al principio te dije: que ante todo, más todo y después de todo, una amiga aquí, siempre tendrás.

lunes, 12 de septiembre de 2011

querido meJor amigo:

Ya no sé ni porqué te llamo así. Creo que ya no eres eso que creí que podrías ser. Lo que fuiste, pero ya no serás. ¿Sabías? Te echaba de menos, pero ya voy a hablar del pasado, pues se acabó, me aburrí de esperarte. ¿Harta? Sí, puede... Decías que las amistades se acaban terminando tarde o temprano, pero la nuestra prometía. Nosotros íbamos a ser diferentes. La excepción que confirmara la regla. Palabras, tontas palabras. Te daba pena el pensar que todo aquello, se podía terminar, pero ya veo que has cambiado. No sé si hice algo, o si tú has hecho algo para que esto cambie. Te veo bien, y eso es lo único que me alegra. Espero que todo te siga yendo tan bien como hasta ahora. Si tal, cuando termines todo este teatro, cuando pares de ser quién eres ahora, y te apetece verme, pues ya tienes mi número. Sabes que siempre estoy disponible para ti. Nada más. Creo que está todo dicho, sí, esto es un "adiós" para ti, pero para mí, espero que sea solamente un "hasta luego". Te mando un abrazo grande de esos como los que me dabas de vez en cuando. Cuando estaba mal, o simplemente, por dármelo. Me gustaban, sí.. 
Atentamente: tu ex-mejoramiga.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Huyamos de aquí.

Vayámonos a otro país. Piensa en el transporte más barato. Podríamos llamar a mi viejo amigo Aladdin, y pedirle su alfombra mágica. No sé cuánto tardaríamos, pero estaría bien. Desconectar, empezar desde cero. Comenzar desde el principio. Pulsar el botón de inicio. Nada de reiniciar. Volver a aprender a ser feliz y poder sonreír. Nueva casa, nuevo lugar, nuevas amistades, nuevos estudios. Adiós a la rutina; aburrida y monótona.
Llegó la hora de la aventura, de volver a escribir nuestra historia desde el último punto y aparte.

Hubo una vez,

 que dijimos que el camino que hiciésemos, lo haríamos juntos. Que cogeríamos un tren para marcharnos lejos, huír de estos lugares, y vivir nuestra vida, recordando que es solamente nuestra. Somos nosotros los únicos protagonistas de ella, y aunque las historias son más emocionantes con personajes secundarios, los que actúan en primera persona, somos tú y yo.




No quiero que olvides lo que acordamos. Prometimos seguir juntos, y las cosas no tienen porqué cambiar. El tren sigue su trayecto como dijimos, y el conductor sigue las coordenadas que le ordenamos. Todo en orden. Tranquilo, esto es seguro. Si seguimos aquí, será por algo.

- ¿Me dejas probar tu batido?

- Ah, ¿ahora sí?
- Si te has pedido otro es que tiene que ser bueno.
- Toma. - Le pasa el vaso.
Él aparta la pajita y bebe un sorbo directamente del vaso. Luego se lo devuelve.
- Hummmm, has hecho bien en pedir otro. Está bueno de verdad.
- Has apartado la pajita. ¿Tan remilgado eres?
- No es por mí, es que a lo mejor te molestaba a ti. Beber con la misma pajita es un poco como besarse.
Ella lo mira y sonríe.
- En realidad no. Es diferente. Muy diferente.
Silencio. Se quedan un rato mirándose a los ojos. Luego ella vuelve a pasarle el vaso.
- ¿Un poco más?
- Sí, gracias. - Esa vez, él bebe directamente con la pajita. Y la mira. Fijamente. Con intensidad.
- Ahora es como si me hubieses besado.
- ¿Y te ha gustado?
- Hummm, sí, mucho. ¡Era un beso con sabor a kiwi y fresa!

viernes, 9 de septiembre de 2011

Viajar, sí... Me gustaría viajar.

Pero viajar sin rumbo. Sin un punto fijo en el que terminar. Sin un final sabido. Un final improvisado. Coger el tren, la bici o el bus. El taxi, el camión o el barco, y sentarme junto a mi mochila en un banco de una ciudad perdida o lejana. Ver caminar a la gente y pasar desapercibida como si nadie estuviera donde yo estoy. Ser invisible. Observar, oler, palpar, saborear. Distinguir entre la textura de la piel de allí, con la de aquí; el olor de la hierba húmeda al despertar; las miradas de las gentes para adivinar su vivir; probar si el sabor del café, es el mismo. Huír, salir de aquí. Sola o acompañada, pero partir.

Si has llegado hasta aquí ,


es porque vales.
Es la hora de creértelo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

losdospatitos ·

~

Despertares a las 7.20, estudiar, huir, reír, querer, soñar, bailar. Poder acabar y salir, salir de aquí, para irme allí, o allá; y borrar, empezar o comenzar. De cero las cosas irían mejor. Quizás.. Es extraño, pero tengo ganas de rutina. Olvidarme de cosas, y estar ocupada. No tener tiempos libres para malgastar. Increíble, pero la animo para que llegue. Se lo pido ya algo cansada. Te invito a volver, anímate, te espero

martes, 6 de septiembre de 2011

Hoy es 5,

y aunque sea mi número favorito, no ha sido un gran día para mi. No ha sido bueno, no me ha ocurrido mucho de lo que alegrarme. ¿Lo qué más me ha dolido de hoy? El no poder haber hecho el dni. Sí, emocionante, ¿verdad? Probablemente, si no hubiese ido, todo habría sido diferente. Como siempre, ha pasado mucha gente a lo largo de mi día, pero nada ha hecho sobresaltarme, esplotarme, avivarme, quizás, al contrario. Se podría definir, como uno de esos días que son "sensiblones". Uno de esos en los que solo deseas estar sola, llorar, comerte un helado, y acompañarte de esa gran amiga que nunca se marchará, que si tú te vas, ella se despedirá con su sonidito curioso de aviso de que se está apagando, sí sí, la televisión. Ella solo te dejará, en el caso de que la luz, se vaya también; siempre se marchan juntas. A mayores, nunca viene mal una ración de esos mimitos de una madre, sabe exactamente lo que quieres y les echa lo que tú desees. Pues es la que sabe hacerte sentir bien, protegida, y sobre todo, querida. 


 
Hoy, no he cumplido ese plan, pero me gustaría haberlo hecho. Supongo, que ahora mismo, ya no se puede hacer nada, pero espero que después de un vasito de leche y de irme para cama, todo haya terminado. Te puedes ir, yo te doy permiso si era lo que esperabas: ¡abur!

se iba acercando, pero lentamente.

 como siempre, hace la espera, para que el encuentro sea fuerte. yo no aguanto más, y no doy evitado el correr hacia él. por fin; después de unos segundos, me pides perdón por si tu abrazo ha sido demasiado fuerte. me gusta, me gustas. yo, desde mi metro sesenta y cuatro, miro hacia mi metro ochenta preferido. sus ojos brillaban, les gustaban verme allí. sus pecas, seguían en su sitio. y su piel de pollo, al darle mi beso en su cuello, no había cambiado. todo estaba perfecto. todo estaba en orden, NADA, había cambiado. no olvides quién eres, quién soy, y quienes somos. que si en algún momento se te olvida, yo estaré ahí, para recordar. - y que si me vuelvo a ir, no quiero que cambie nada, ¿está claro?

- Tengo que decirte algo,



y tengo que decírtelo ahora. Te quiero, me he enamorado de ti. Creo que el mundo es un poco menos malo porque tú existes, siento que quiero pasar contigo...compartir el resto de mi vida y todo eso, las palpitaciones, los nervios, el sufrimiento, la felicidad y el miedo. Quiero... deseo acariciarte a todas horas y cuidar de ti.
- Ten cuidado eso suena a clásico enamoramiento.
- Estoy enamorada, clásicamente enamorada...

¡Estírate! Haz que tu moño roce el escenario.

Levanta la cabeza y relaja los brazos. recuerda las manos y baja los índices. Bien. Endurece las piernas, que no se doblen ni lo más mínimo. Hoy, eres tú quién pone la dulzura a cada paso.


Enamora al público con la mirada, y que tu delicadeza, muestre que hasta lo que parece más difícil y complicado, sea simple. Vuela en cada salto, y mantente firme en cada equilibrio. Tienes demasiada prisa en bajar, contempla todo desde ahí arriba, y verás lo que te puedes encontrar. Hermoso, ¿verdad? Es la hora de actuar, no olvides todo lo que te acabo de decir, te ayudará. Venga, ya empieza, tu música comienza. Adelante, podrás

Me fui,


pero volví.

He ido,


y he venido.